Colombia es un país con una disponibilidad importante de recursos energéticos primarios renovables y no renovables, que le ha permitido por décadas atender confiablemente su demanda local de energéticos, y también posicionarse en el mundo como un aliado importante de otras naciones, con especial reconocimiento como facilitador de dichos recursos.
El mundo viene en un continuo proceso de cambio, y la conciencia sobre la protección del planeta es cada vez más presente en todos los aspectos de las sociedades. El desarrollo sostenible y los acuerdos de las naciones para alcanzar las metas trazadas, es algo que por años Colombia ha venido tomando cada vez más en serio.
Así las cosas, desde la década de los noventa, ya en Colombia se venían desarrollando actividades desde las esferas política, académica y científica, orientadas al aseguramiento de un abastecimiento energético confiable y de manera sostenible con el ambiente y los recursos naturales; es decir, la transición energética es algo que ha venido ocurriendo de manera un tanto silenciosa para algunos, pero real.
¿Y si ya veníamos por décadas en un permanente proceso de transición energética, entonces qué es lo nuevo? ¿Qué se entiende entonces que es la llamada transición energética justa, y en realidad es algo nuevo?
Muchos definen con algo de ligereza y temeridad la transición energética, y la resumen como el proceso de cambio en la forma de generar energía eléctrica, pasando del uso de energéticos primarios no renovables como el carbón al uso de energéticos renovables como el viento. Pero esta forma de presentar la transición es incompleta, porque no solamente se trata de mirar los impactos sobre el clima asociados a los sistemas energéticos de producción o generación actuales, sino que es necesario tener una visión holística, observando también lo que ocurre con el transporte, distribución y uso de la energía.
Entonces, lo nuevo y lo que le agrega la palabra “justa” a la transición energética, transición que ya venía en marcha; se podría decir que es la mirada holística, la mirada que incluye los efectos sobre el clima posteriores a la producción y consumo, y también los efectos sobre las personas y la naturaleza vinculados con la extracción de recursos renovables y no renovables, del uso del suelo y del territorio, y los efectos económicos asociados al desarrollo y mantenimiento de los sistemas, y al uso intensivo de la energía.
¿Cuál es la relación que existe entre la transición energética justa que promueve el actual gobierno nacional, y los riesgos de origen eléctrico presentes en el sector eléctrico colombiano?
Desde la promulgación de las leyes 142 y 143 de 1994, Colombia ha sido un país que en el contexto geopolítico de américa latina, se ha caracterizado por su liderazgo energético y la confiablidad de su sistema. Desde mediados de los años 90 y hasta la actualidad, el sector eléctrico colombiano se encuentra desagregado en las actividades de generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía, y en cada una de estas actividades se gestionan diferentes factores de riesgo por parte de las empresas que participan en cada una de las actividades.
Un tema importante de análisis es la afectación en la salud que presentan los trabajadores vinculados a las diferentes empresas que participan en cada una de las actividades del sector eléctrico. Por ejemplo, los riesgos de origen eléctrico a los que están expuestos los trabajadores en la generación de energía, son en gran medida diferentes a los que se exponen en las actividades de distribución, y por consiguiente cada actividad tiene diferentes factores y niveles de riesgo, y por consiguiente requieren estrategias apropiadas para la gestión efectiva de esos riesgos.
No podríamos hablar de una transición energética justa, sin pensar en los efectos sobre la seguridad de las personas que participan en la construcción, operación y mantenimiento de instalaciones de generación, transmisión y distribución de energía, y por tanto, es válido plantear la siguiente idea: “Con el cambio en los sistemas energéticos asociado con la transición energética justa, se requiere incremento en: trabajadores, capacidad productiva, extracción y uso de recursos; y por tanto, aumento de riesgos y su gestión”.
¿Cuál es el marco legal o regulatorio en seguridad y salud laboral (SST) para el sector eléctrico en la transición energética justa?
Colombia es un país que goza de buen reconocimiento en Latinoamérica en lo que se refiere a prevención y promoción de la seguridad eléctrica. Precisamente sobre seguridad eléctrica, hay un concepto de la prevención impulsado por la National Fire Protection Asosiation (NFPA), que básicamente plantea que para garantizar la seguridad, es necesario hacer gestión en 3 escenarios:
- Las instalaciones (incluyendo productos y procedimientos de instalación de los mismos).
- El mantenimiento de dichas instalaciones (predictivo, preventivo y correctivo, e incluyendo los productos y equipos).
- Los controles relacionados con las personas expuestas a los factores de riesgo eléctrico (EPPs, Formación, procedimientos, comportamientos, etc).
Así las cosas, Colombia empezó a trabajar muy activamente en actividades de normalización asociada a cada uno de esos factores de la seguridad eléctrica, dentro de los cuales destacan entre otros, los siguientes hitos:
- Entre 1950 y la actualidad. Desarrollo de normas y especificaciones técnicas aplicables a las instalaciones de generación, transmisión y distribución.
Estas normas fueron desarrolladas por diferentes organizaciones del sector eléctrico, por ejemplo, las normas y especificaciones técnicas de la antigua Empresa de Energía de Bogotá (Hoy ENEL) o de las Empresas Públicas de Medellín.
- Entre 1998 y la actualidad. Publicación del Código Eléctrico Colombiano bajo el código NTC2050.
Esta norma establece algunos requisitos de producto e instalaciones, también aplicables a la distribución y comercialización de energía.
- Entre 2005 y la actualidad. Publicación del Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas RETIE.
Este Reglamento Técnico promulgado por el Ministerio de Minas y Energía contiene requisitos técnicos obligatorios para personas, productos e instalaciones, y aplicables a las actividades de Generación, Transmisión, Distribución y Comercialización de la energía.
Actualmente la versión vigente del reglamento es la sancionada en 2013 y sus adendas modificatorias. En Marzo de 2022, el Ministerio de Minas y Energía publicó un borrador de proyecto de modificación al actual RETIE, con el cual presentó cambios interesantes enmarcados dentro del objeto legítimo del reglamento, el cual es la protección de las personas (trabajadores del sector y población en general), el ambiente (flora, fauna y recursos naturales) y la propiedad (infraestructura privada y pública); este proyecto se encuentra en revisión y se estima que pueda ser publicado entre el segundo semestre de 2023 o en 2024.
- Entre 2019 y la actualidad. Publicación de los lineamientos en Seguridad y Salud en el trabajo en los Procesos de Generación, Transmisión, Distribución y Comercialización de la Energía Eléctrica.
La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo del Sector Eléctrico del Ministerio del Trabajo, considerando el nefasto impacto que tienen los riesgos de origen eléctrico sobre la salud de las personas expuestas a los mismos; conclusión que se extrae del análisis de información y reportes de incidentes y accidentes leves y graves, de origen eléctrico tanto de Colombia (con fuentes como la SUPERSERVICIOS, MEDICINA LEGAL y FASECOLDA, entre otras) como en otros países (con fuentes como OSHA y NFPA), expidió las resoluciones 5018 de 2019 y 2550 de 2020, para garantizar la protección de la salud y la vida de las personas que en ejercicio de sus actividades laborales, se encuentren expuestas a los factores de riesgo eléctrico.
¿Podríamos decir entonces, que Colombia está preparada en lo concerniente a SST, para enfrentar la transición energética justa?
El pensamiento basado en riesgos invita a siempre pensar que nunca se estará lo suficientemente preparado frente al impacto asociado a un factor de riesgo identificado, y considerando esto, el país no estaría lo suficientemente apto para la gestión de los riesgos del sector, producidos por la transición energética justa.
A pesar de contar con normalización y regulación tan completa y admirada por otras naciones de la región, y ser ejemplo positivo en seguridad eléctrica en el mundo; las cifras de muertes por causa eléctrica de los últimos 5 años, registradas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLYCF) y presentadas a continuación, son clara evidencia de la necesidad de avanzar en la gestión de los riesgos de origen eléctrico y más aun de cara a la transición energética justa:
Tabla 1. Muertes accidentales en Colombia con mecanismo causal eléctrico entre 2018 y 2022.
Fuente. INMLYCF. Elaboración: Julio Armando Bonilla Gutiérrez. 2023
Gráfica 1. Muertes accidentales en Colombia con mecanismo causal eléctrico entre 2018 y 2022.
Fuente. INMLYCF. Elaboración: Julio Armando Bonilla Gutiérrez. 2023
¿Entonces, qué haría falta para lograr la transición energética justa, sin dejar de gestionar de forma efectiva los riesgos de origen eléctrico asociados?
En una conclusión apresurada, no se puede generalizar con respecto a las acciones a emprender en el sector eléctrico, porque desde la generación hasta la entrega de la energía al usuario final, cada actividad es diferente, con factores y niveles de riesgo diferentes, instalaciones y procedimientos diferentes, y registros de accidentalidad y causas diferentes. Tampoco se puede estigmatizar con una connotación negativa al sector eléctrico, porque, aunque todavía se registren muertes y lesiones por origen eléctrico en el país, no todos los casos registrados por el INMLYCF se presentan en personas vinculadas al sector. Así las cosas, es importante reconocer los esfuerzos del país, y los de diferentes organizaciones, por ejemplo, en cumplimiento de los requisitos del RETIE y de la Resolución 5018 de 2019.
Considerando todo lo anterior, la CORPORACIÓN CENTRO DE INNOVACIÓN Y DESARROLLO TECNOLÓGICO DEL SECTOR ELÉCTRICO – CIDET, ha querido aportar desde su experiencia y competencias técnicas, afirmando el compromiso desde las áreas de Certificación y Laboratorio; mediante la evaluación, ensayo, inspección, y certificación de productos eléctricos e instalaciones, garantizando seguridad y calidad para los colombianos; y además aunando esfuerzos con sus asociados y aliados para desarrollar un PROGRAMA DE GENERACIÓN DE CONCIENCIA SOBRE RIESGO ELÉCTRICO con el fin de contribuir al aumento de la conciencia en los trabajadores del sector y población en general, sobre el riesgo en el uso de los sistemas eléctricos, y aportando a la mejora en la gestión de los mismos dentro del marco de la transición energética justa. Los resultados alcanzados con el desarrollo del programa son positivos considerando el impacto sobre las poblaciones que han sido objetivo de los proyectos desarrollados hasta ahora, como por ejemplo el proyecto “QUE NO SE TE VAYAN LAS LUCES” ejecutado entre 2021 y 2022. El programa se encuentra activo y abierto a la vinculación de todas las partes interesadas.